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El dulce sabor a caña en Capurganá

noviembre 13, 2015
Las primeras competencias de veleros, cometas y tablas que se disputaron las medallas de oro de los Juegos Nacionales en Capurganá, que fueron entregadas en la jornada del pasado miércoles 11 de noviembre, y que por estos días se unen al paisaje natural de ésta exótica región de Colombia, tuvieron un dulce sabor a caña.


Los primeros y la mayoría de los ganadores de regatas son jóvenes hijos de los mayordomos encargados de cuidar y administrar las fincas caleñas que suministran el noventa por ciento del azúcar del país.

Jóvenes que cuando niños, a cambio de jugar con muñecas, un balón y ser tentados por actividades impropias y castigables dentro de la sociedad, se decidieron por la navegación en el Lago Calima, piscina natural que recibe a diario no menos de cien practicantes de éste deporte acuático.  

Es el caso de María Lizeth Loaiza, ganadora del oro en la modalidad Kite Board Abierta Femenina. Una menudita mujer de 24 años y cuya fibra corporal que posee, disciplina y talento fueron suficientes para desafiar las olas y los escasos vientos de Capurganá.

La medalla de plata se la colgó  María Alejandra Rueda, dos años más joven que su compañera de equipo, María Lizeth. Ella, de extracción humilde y estudiante de deportes, nos contó que desde muy niña quiso jugar en el agua y para lograrlo, sus padres le brindaron el apoyo necesario.

Entre tanto y para cerrar este sorbo con sabor a caña en aguas del Darién Colombiano, Mónica Beatriz Villegas se llevó el bronce.

Pero los hombres hicieron lo propio en slalom abierta masculina, con el experimentado instructor Rodrigo Durán, oro; Cristian Sánchez, plata;  y Edwar Castillo, bronce.

El uno, dos, tres en hombres y mujeres que pusieron frente al fronterizo Cabo Tiburón la bandera del Valle del Cauca y de la liga regional tan alto como el cerro de las tres cruces.

María Elena Díaz y Marta Juliana Acevedo, directivos de la delegación Valluna, y el técnico argentino, Daniel Friority, coincidieron en afirmar que “lo sucedido aquí en Capurganá es el resultado de un proyecto de vida deportivo, social y cultural para los niños y niñas del Valle del Cauca, con pocas oportunidades de practicar el deporte de vela”.


Prensa Coldeportes - Acord

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