noviembre 14, 2015
Lejos de las pasarelas y de los grandes desfiles, sin tener que lucir diseños exclusivos, recargados de canutillos y lentejuelas y sin necesidad de ningún tipo de cirugías o de grandes comitivas, el fútbol de salón colombiano eligió este viernes en Chaparral a sus nuevas soberanas.
Momentos de inmensa tensión se vivieron antes de que se conociera el veredicto final, porque tras un espectacular arranque a favor de las señoritas de
Antioquia, en donde las tarjetas marcaban 4-0, hubo una vigorosa reacción de las contendoras, las señoritas de
Boyacá lograron poner las cosas 4-3.
Todo esto, frente al exigente jurado de los aficionados chaparralunos, que de nuevo y como en las primeras cuatro jornadas, colmaron las instalaciones del
Coliseo Municipal de Chaparral y dieron contundentes muestras no solo de un comportamiento digno del aplauso, sino de una tradición que avala su conocimiento del fútbol de salón.
“Es el resultado de un entrenamiento continuo y serio que veníamos haciendo desde hace muchos meses y sí esperaba que todo se diera para poder convertir muchos goles; lo pude hacer porque aquí se trabajó mucho la noción de conjunto”, aseguró
Lorena Bedoya, de Antioquia, goleadora con cinco tantos.
Al final, el cetro fue para las antioqueñas, que salvo los minutos de crisis que vivieron en el cierre de su última presentación, habían demostrado a lo largo del concurso que tenían los méritos y la preparación suficientes como para acceder a la corona.
No quedó duda de que el oro quedó en buenas manos. Es el primero para su departamento después de los triunfos de Bogotá en Fusagasugá-2004, del Valle del Cauca en Buenaventura-2008 y de Bolívar en Popayán-2012.
“Crece día por día el
fútbol de salón en el país y crece aún más en la
rama femenina después de ver las condiciones excepcionales de las mujeres que dejaron un muy buen nivel en Chaparral. Quedamos tranquilos porque le cumplimos a esta región con un grupo de muchachas profesionales, educadas, respetuosas y que entregaron toda su técnica para brindar un lindo espectáculo”, indicó Manuel Sánchez, presidente de la Federación Colombiana de fútbol de salón.
El virreinato para
Boyacá igualmente es un merecido reconocimiento para una representación que desde el principio dio de qué hablar, que despertó excelentes comentarios de la crítica especializada y que contó, salvo el día que dejaron a las de casa eliminadas, con el respaldo absoluto de los aficionados locales.
Por su puesto que la ausencia de su mayor estandarte, la gran candidata a ser declarada la mejor del certamen,
Shandira Wright, pesó demasiado en las dos últimas salidas de las boyacenses.
Y como primeras princesas fueron premiadas las del
Valle del Cauca, de las que quizá se esperaba un papel mucho más protagónico. Contaron, eso sí, con la presencia de
Magaly Vergara, la mejor defensora de los intereses de su región bajo los tres palos.
Prensa Coldeportes - Acord