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Agente López: “Somos como un matrimonio en la bicicleta”

noviembre 14, 2015
Una vez supo que representaría a la Fuerzas Armadas en el Paracycling de los Juegos Paranacionales el orgullo lo invadió, pero también la preocupación. Necesitaba definir al coequipero que lo acompañaría en el desafío más importante de su carrera como atleta con discapacidad. Cada día de incertidumbre era uno de ventaja para los rivales.

El agente de la Policía Nacional, Hermes Alexander López Gutiérrez,  perdió la visión hace 20 años en un atentado en el Magdalena Medio. La vida parecía derrotarlo, pero el deporte le enseñó de nuevo la luz. Se montó otra vez a la bicicleta en 2010 y desde entonces no se baja de ella. Es el motor que lo impulsa a diario.

Corre en la modalidad B, la del tándem para ciclistas con discapacidad visual, para la cual necesita de un acompañante que pedalea a la par. De ahí que siempre su mayor inquietud haya sido la misma. Contar con el mismo guía siempre, algo que no se le puede garantizar por distintas razones.

Para los Juegos  Paranacionales no fue la excepción. Después de varias visitas, solicitudes y demás le asignaron al otro ocupante de la bicicleta de dos puestos: el patrullero Aguillón García Angelo Alejandro. Adelante marcha el que divisa el panorama y atrás va el atleta. El esfuerzo es compartido para que la marcha sea la mejor.

Este sábado, en la contrarreloj categoría B disputada entre los municipios tolimenses de Venadillo y Alvarado, terminaron décimos. A 6 minutos y 56 segundos de la dupla ganadora de Boyacá. El tiempo fue lo de menos, porque ese justamente fue el que necesitaron de más para prepararse adecuadamente.

“Apenas pudimos entrenar 25 días en Bucaramanga, que es muy poco, pero bueno, se hizo el mejor esfuerzo. Para menos de  un mes de preparación, el resultado es satisfactorio. Este deporte no sólo depende de la fuerza del ser humano,  también de la parte logística y en eso necesitamos un mayor apoyo, pero la solidaridad de toda la Policía nos motiva para seguir adelante”, dice el agente López.

Una vez cruzaron la meta, un fuerte abrazo selló semejante esfuerzo. Y es que como el deportista lo afirma, “el compañero son mis ojos, la luz para llegar muy lejos”. Y el emisario de ese elogio cargado de responsabilidad, en medio de la emoción le agradeció con otro mensaje: “El héroe es él, uno apenas lo apoya”.

“Somos como un matrimonio en la bicicleta, el entendimiento del binomio es definitivo porque debe haber comunicación, armonía, sincronización. En esta categoría hay muchos deportistas que salen a entrenar solos, pero en mi caso necesito del guía a diario. Es una modalidad bonita porque me pone las alas para montar”, agrega el agente. Y Aguillón lo ratifica al decir que es “una labor de mucha coordinación”.  “Debo conocerlo perfectamente y él a mí. Los dos tenemos capacidades y la cuestión es adaptarnos”, asegura.

La vida los juntó en un momento muy importante para ambos. El agente afronta los primeros Juegos Paranacionales y el patrullero se ha reencontrado con su gran pasión. Antes de vincularse a la fuerza pública hace dos años, fue ciclista profesional con el equipo Lotería del Táchira de Venezuela. Y con resultados prometedores: campeón de la Vuelta a la Juventud del vecino país en 2007, séptimo en el campeonato nacional de ruta y quinto en la CRI.

“Por la situación regresé a mi país, a Cúcuta, ingresé a la Policía y después de año y medio volví a montar para acompañar al agente”, cuenta Aguillón, quien confiesa de paso que este deporte “no es fácil, demanda mucho esfuerzo, sacrificio y dedicación”.

Y como ciclista que se respete, ambos no saludan a los patrocinadores, pero sí le agradecen a oficiales y suboficiales, compañeros y familiares por el apoyo. “Queríamos un mejor resultado, una medallita, no alcanzó,  pero lo hicimos de corazón y entrenamos a conciencia”, afirma con orgullo el agente.

Ellos, entre pedalazos, también envían un mensaje. Entre Santander y Norte de Santander no deja de existir cierta rivalidad, pero ellos demuestran todo lo contrario. López vive hace 18 años en el barrio San Miguel de Bucaramanga y Aguillón trabaja en la estación de Policía de Chinácota, muncipio nortesantandereano. Portan una sola bandera en la bicicleta, la de la fraternidad.

Este domingo tomarán parte de  la prueba de fondo en un circuito que partirá del centro de Ibagué. Así terminará su participación en los Juegos,  pero ya son ganadores. Saben que cuentan el uno con el otro y que una pasión llamada deporte, los juntó para siempre.


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