Jairo Ocampo, el ‘abuelo’ de los bolicheros de Juegos Nacionales

En un inmenso listado de turnos de 71 bolicheros del torneo de los XX Juegos Nacionales ‘Carlos Lleras Restrepo’ hay uno que sobresale por sus canas y cara de bonachón.  

A lo lejos podría decirse que es uno más, pero el caldense Jairo Ocampo Gómez tiene un rico palmarés que lo obliga a no pasar inadvertido.

Los representantes de los medios buscan a Manuel Otálora, Andrés Gómez, Julio Soto, David Rivera, Jorge Luis Tello, Santiago Mejía y hasta el juvenil Juan Londoño, pero al enterarse de que Jairo fue el primer campeón mundial de este deporte que tuvieron Colombia y Latinoamérica, los micrófonos terminan en boca de este agradable deportista, buen conversador como la mayoría de los ‘paisas’.

Basta con decir que ha participado en ocho campeonatos mundiales, en cinco de los cuales ha terminado entre los 20 mejores, y en el año 2000 fue escogido como el Deportista del Siglo en Caldas.

La memoria no le falla para recordar que ha ganado 103 certámenes a nivel internacional, pero sin duda, el más importante fue el título mundial en Caracas (Venezuela), el 17 de noviembre de 1974.

En medio de risas confiesa que debió desocupar un cuarto en su casa para guardar los 654 trofeos que acumuló entre campeonatos nacionales y departamentales, llegando incluso a quitarles las placas para evitar el volumen. Incluso.

Su debut en las competencias orbitales se produjo en Milwaukee (Estados Unidos) en 1966. También asistió a Teherán (Irán), donde perdió la clasificación a octavos de final por un pin. También concluyó de 19 en el Mundial de Holanda, faltándole de igual forma un pin para continuar en competencia.

Helsinki (Finlandia) también fue testigo de su calidad al finalizar 19 en la modalidad individual.

Ocampo se paseó con notable éxito por Filipinas y en campeonatos centroamericanos, Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos, especialmente el de Bogotá, que le reportó un subtítulo a mediados de los años 80. “Uno quisiera perpetuarse, a Dios gracias tengo todavía salud, ánimo, entusiasmo y energía para seguir en este deporte, que ha sido mi vida.

Con 50 años de actividad, asegura que es uno de los agradecidos del auspicio gubernamental. “Gracias al programa de Deportista Apoyado de Coldeportes hay mucho bienestar, ha sido una buena motivación y pertenecer a ese grupo de glorias del deporte colombiano es un orgullo que llevaré hasta la tumba”.

Hace tres temporadas había tomado la decisión de retirarse, como técnico e instructor de la Liga de Bolo de Caldas, pero le hablaron de regresar al proceso prejuegos, se clasificó y ahora porta de nuevo la camiseta de su departamento, con la ilusión de comandar una buena actuación cafetera.

Para ello fue necesario trabajar la parte atlética, eso sí, consciente de que ya no es lo mismo. “Vuelvo a insistir que con el apoyo de Coldeportes y el Comité Olímpico Colombiano en este momento los bolicheros colombianos son admirados en el mundo y como cosa curiosa, estamos entre los primeros cinco del escalafón mundial del ‘bowling’ entre 158 países.

Eso se dio a partir del subcampeonato del mundo femenino que ganamos en Arabia Saudita, con un promedio de edad entre 23 y 24 años”, afirma Jairo.

Hoy, a sus 70 años, como la letra de Desiderata, acepta con donaire la presencia de muchos talentos jóvenes, aunque confía en sobresalir en la modalidad de quintas. Sé que en individual era muy difícil lo mismo que en dobles, pero ternas y quintas nos pueden dejar una buena actuación. Estoy adaptándome a las dificultades que tienen las pistas, porque es un aceitado totalmente novedoso, ese aceite exige mucha preparación física del deportista”, reconoce.


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