noviembre 15, 2015
El “Maestro” deja escapar una sonrisa que le ilumina el rostro y dice con un dejo de humildad: “cada vez que me hacen esa pregunta yo me escondo para no responder porque, de verdad, me da como pena…”
Es que muchos, especialmente los jóvenes, no saben o no recuerdan, que por encima del “Pibe”, Rincón, Higuita, Leonel o Asprilla, Colombia tuvo hace muchos años un futbolista tan bueno o tal vez mejor que ellos.
Que desde sus inicios no hubo más remedio que ponerle “Maestro” como apodo, porque el
fútbol, cuando jugaba este hombre, se convertía en un arte y tal vez el oficio más fácil del mundo.
Se trata nada menos que del “Maestro” Jairo Arboleda, quien hoy, con 68 años y la cabellera totalmente blanca, es el técnico del seleccionado del
Valle, su tierra, que toma parte en el torneo de fútbol de los Juegos deportivos Nacionales.
“Nadie me perdonaría que un equipo que yo dirija no juegue bien al fútbol”, dice y suelta una carcajada. “Por eso, todos los días les digo a los muchachos que en el fútbol lo más importante es saber manejar la pelota cuando la tienes y saberla entregar bien a un compañero que esté mejor ubicado”.
Pero el “Maestro”, pese a que sus pupilos le acababan de empacar cuatro goles a
Meta, reconoció que ante
Cesar, equipo con el que Valle empató el primer día a cero goles, “jugamos mal”.
Arboleda jugó en el Cali, en el Pereira y en la Selección Colombia. Dicen, quienes más cerca de él estuvieron, que no fue más de lo que fue porque su vida, estuviera o no en la cancha, siempre era una fiesta.
Hoy, cuando pese a la edad conserva esa figura atlética y “todavía muevo el balón con la misma calidad de antes pero con un poco más de sabiduría”, Jairo Arboleda está feliz en Quibdó.
“Me habían dicho que esto era un calor insoportable, pero me he encontrado con un clima distinto, agradable. Mejor dicho, acá nos hemos sentido muy bien porque ni los zancudos han aparecido”.
Hablando del torneo y, en especial de su equipo del Valle, el “Maestro” dijo: “El primer día no tuvimos un buen partido. Empatamos sin goles, pero la vedad es que tuvimos más opciones que
Cesar. Ayer no enfocamos el arco, pero hoy sí lo hicimos y pudimos meter cuatro goles”.
Arboleda, que habla tan fácil como jugaba, dice sobre el partido ante el Cesar: “A uno como que le da piedra de ver jugar mal a un equipo de uno. Pero es cuestión de ir acomodando al jugador donde mejor se sienta y eso fue lo que hicimos”.
Lo que más le enseña Arboleda a sus jugadores es que “sean más solidarios, que cumplan con sus funciones, más que todo defensivas. Es que el jugador valluno es muy alegre con la pelota, con el balón son unos bárbaros pero sin el balón les cuesta. No es por trabajo ni por estado físico, sino porque son muy cómodos y hoy, el primer equipo que salió, lo hizo muy bien y ganó”.
Habla de
Antioquia como el gran rival. “Sí, ese es el rival de siempre. Aunque me dijeron que ayer no jugó muy bien, pero le ganó a
Risaralda que les jugó un buen partido”.
Con respecto a lo que siente al estar en un torneo como este dirigiendo a uno de los equipos dijo: “Mire, uno a esta edad, se tiene que volver es formador. El objetivo nuestro es disputar el título y quedarnos con la medalla de oro. No va a ser fácil porque tenemos un
Chocó que es muy fuerte y por la condición de local se agranda, y Antioquia, que es el rival de siempre”.
Al hablar de lo que más recuerda de su época de jugador profesional, Arboleda manifiesta que “al fútbol le debo todo, todo.
Desafortunadamente me lesioné muy rápido y me tuve que retirar. Yo no jugué sino hasta los 27 años. Pero lo bonito del fútbol es que a uno no le quedan sino amistades, todo el mundo me dice “hola Maestro”, “hola Jairo”, “hola Arboleda”, y eso es muy satisfactorio”.
Para terminar le hablamos de lo que siente cuando la gente que lo vio jugando dice que era mejor que los grandes del fútbol actual. “Cuando me dicen eso, yo siempre trato de desviar la conversación porque me da como pena. Yo sé que Carlos (Valderrama) hizo muchas cosas buenas por el país, pero lo que pasa es que hay mucha gente que no vio jugando a Alejandro Brand, o a Diego Umaña, o a Alfonso Cañón, o a Willington Ortiz, y solo tienen la imagen del “Pibe”.
En cuanto su estado físico, Arboleda se ríe y dice: “Es que todavía, con 68 años, la muevo bien. Yo me cuido mucho y por eso todavía juego 90 minutos. Ahora soy más claro que antes, porque siempre hago la más sencilla, jajajaja…”.
Prensa Coldeportes - Acord
