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La antorcha portadora del Fuego Deportivo, nacido del agua en la Sierra Nevada de Santa Marta, hizo su penúltima escala antes de llegar a Ibagué y arder en el pebetero de los XX Juegos Nacionales este sábado en el estadio Manuel Murillo Toro.
Chocó no sólo le cumplió a Colombia, también quedó destinado a tener un mejor futuro, tal como ha sucedido con otras regiones de Colombia que a partir de la realización de grandes certámenes deportivos, cambiaron para siempre su historia. En este caso, haber sido de los Juegos Deportivos Nacionales debe marcar un antes y un después.
Los XX Juegos Deportivos Nacionales le dijeron adiós a Colombia desde el imponente Malecón de la ciudad de Quibdó. En una tarde de sábado, a orillas del Río Atrato, ante más de cinco mil personas y frente a millones de televidentes, los chocoanos, con la euforia que los caracteriza, clausuraron los Juegos en un evento sin precedentes en la historia de esta región.
La novena de Magdalena se quedó con la medalla de oro del campeonato de Sóftbol masculino de los XX Juegos Nacionales.
Como en los mundiales, los relevos de 4X400 metros se habían reservadas todas las emociones del final del atletismo de los XX Juegos Nacionales ‘Carlos Lleras Restrepo’ en Cali.
El último día de competencias del atletismo de los Juegos Nacionales tenía reservadas 11 finales, que definirán al campeón del certamen y de paso al de las justas.
