La familia Pacheco, ejemplo de amor y juego limpio

El sentimiento de los padres hacia los hijos es desbordante, eso no se puede negar. Y más cuando son deportistas, siempre se vela por su bienestar, también los triunfos y especialmente, el aprendizaje.

El ejemplo es uno de los pilares de un buen progenitor. Y en la familia Pacheco eso se cumple a cabalidad. Daniel, arquero risaraldense, puede dar fe de ello. Aprende de honestidad en cada una de sus competencias.

“Es un apoyo muy grande, aunque al momento de estar en competencia mi papá no puede estar cerca de mí para evitar suspicacias y jugar limpio”, afirmó Daniel Pacheco, que ya ajusta su octavo año en la disciplina.

El deportista se refiere a su padre, el médico cirujano Ricardo Pacheco, que en los Juegos Deportivos Nacionales fue juez en el tiro con arco, disciplina que se despidió este jueves de las justas. “Nos cuidamos mucho de no cruzarnos con los hijos, por eso en el campo juzgamos a otras personas”, indicó el galeno que en la cotidianidad se dedica a la cirugía estética y reconstructiva en la ciudad de Pereira.

La imparcialidad, la honestidad y el juego limpio son valores muy bien concebidos en la familia Pacheco, que está compuesta por los padres, Ricardo y Adriana, Daniel y Gastón, este último, un perro golden retriever que consideran un miembro más.

“Antes de competir hablamos en familia, mis papás me dan un abrazo y me aconsejan que disfrute lo que hago”, indicó Daniel, que de los ocho años que cumple en este deporte, durante seis ha hecho parte de la Selección Colombia en la modalidad de arco recurvo.

La gramilla del estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué fue el escenario donde se hizo evidente esta demostración de valores. Mientras por un lado competía Daniel, por el otro Ricardo revisaba atentamente los resultados de otras ligas. “Obviamente uno a veces mira de reojo cómo va el hijo, pero cuando me pongo la camisa de juez me dedico a cumplir mi labor. Hay veces que ni me doy cuenta de sus resultados”, recalcó el referee que se enamoró de esta disciplina al mismo tiempo de su hijo.

Y es que es tal el amor que despierta en los Pacheco el tiro con arco, que Adriana, madre y esposa, es voluntaria en la mesa de jueces y es quien pone la música durante los recesos. “Los tres estamos enamorados de este deporte”, concluye Ricardo, que en el campo y en las salas de cirugía es un profesional que goza del respeto y admiración de sus compañeros, pacientes y deportistas.


Prensa Coldeportes - Acord